La conclusión se planteó en las Sesión Científica Anual de la Sociedad Norteamericana de Diabetes, la mayoría de los que consumen bebidas light, tienden a pensar que pueden reducir el peso y que al ingerir un producto sin calorías, no se corren riesgos a la hora de ir a la balanza, pero las conclusiones detectaron que no es así.
Este trabajo se suma a otro análisis que se realizó en Gran Bretaña, donde la misma firma Coca Cola destacó que en la actualidad se consume más cantidad de su versión dietética que de su producto tradicional.
El Biopsychology Group de la Leeds University analizó que incluso consumiendo productos dietéticos se corre el riesgo de aumentar de peso.
Según este estudio, publicado por la revista digital International Journal of Obesity, las bebidas light producen un desequilibrio que detecta el cerebro. Al consumir un producto dulce sin calorías, el sistema nervioso dispara la necesidad de ingerirlas, y suele exteriorizarlo con demostraciones de ansiedad, generalmente satisfechas con comida.
Las personas sustituyen bebidas con azúcar por las light, debido a su escaso contenido de calorías, pero el ingerir muy pocas calorías produce que se engorden debido a la señal que manda el cerebro y su necesidad de consumir las calorías.
La principal razón por la cual las bebidas dietéticas no ayudarían, obedece principalmente a la reacción del cerebro, y naturalmente, a un exceso en el consumo.